LA ADOPCIÓN DE UN CONCEPTO PLURALISTA PARA LA ADECUADA COMPRENSIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN AMÉRICA LATINA

Resumen

Pensar en América Latina es comprender una identidad marcada por diferentes culturas, formas económicas, políticas y sociales existentes, y no es posible comprenderla universalmente, partiendo de un localismo y ampliándolo como si todos los demás fueran iguales. Para la realización de los derechos humanos en el mundo contemporáneo es necesario enfrentar desafíos distintos a los existentes en 1948, que sólo buscaban una reformulación en el ámbito productivo y geoestratégico, con bases capitalistas de inclusión. Y debido a una extensión global en la que el modelo capitalista hace que el mercado dicte las reglas existentes, marca definitivamente la regla de exclusión, en la que millones de personas viven actualmente en la miseria, un mundo al que no le importan las personas, sólo la economía y rentabilidad. Lo que sucede con esta preocupación son debates superficiales sobre la necesidad del multiculturalismo y países enriquecidos por el orden global que prefieren protegerse contra los “peligros culturales”, lo que en última instancia resulta en un choque de civilizaciones. A pesar de la incorporación de tratados internacionales de derechos humanos a las Constituciones latinoamericanas, otorgando una jerarquía privilegiada, así como estableciendo cláusulas constitucionales abiertas, permitiendo así una mejor integración entre el orden constitucional interno y el orden internacional, como forma de ampliar el bloque constitucional, humano Los derechos humanos terminan no materializándose como se esperaba, ante la falta de una mejor comunicación e interacción a nivel Global, Regional y Local, como forma de potenciar el impacto que pueden generar entre sí, así como la emancipación de los derechos humanos. La idea de un pluralismo para la adecuada comprensión de los derechos humanos en América Latina surge como una forma de reconocer la identidad y los sujetos culturales, con la necesidad, incluso, de comprender a los grupos minoritarios, teniendo en cuenta las necesidades peculiares de cada uno de los sociedades y las reivindicaciones existentes en cada una de ellas. Lo que se hace desde la búsqueda de alternativas en cuanto a la forma de conocimiento, partiendo de una concepción pluralista respecto de todas las diferencias existentes como forma de garantizar la igualdad y la realización de los derechos humanos.